A MODO DE UNA OCCIDENTALIZADA ORIENTACIÓN

Mixturando, eclécticamente, algunos preceptos extraídos de la Biblia y del calefón con 3 partes de Macedoniana porfía, un toque justo de inmersión Jungiana y 4 gotas de Xulsolariana elevación mas el sumo de todo un Lao Tsé en pleno. En epifánica unción, alzamos las copas con el genial brevaje e invitamos a
Tristán Tzara y Alfred Jarry para que nos acompañen a presentarnos con la misma interjección con que comenzara su parlamento el Père Ubú, a la sazón Roi, es decir:










BIENVENIDOS A LA NAVEGACIÓN







Alertamos a los atildados sobre la utilización de metáforas azarosas. Toda libre asociación es demostración de que existe el inconsciente; sobre él desligamos responsabilidades.







Invitamos a descabalgarnos del constante absoluto, las certezas irreversibles, la presunción de objetividad, las posturas a ultranza y los dogmatismos.







Sugerimos tratar de tolerar lo mejor posible el vacío existencial, el tembladeral de la duda, la desubicación de la contradicción, la subjetividad y la vulnerabilidad humanas, a sabiendas de que, aunque denunciemos con cierta queja, lo hacemos enmarcados por el amor y con un fuerte deseo libertario porque:











."...Tú y yo no somos dos mitades de una inútil batalla,/ ni siquiera dos caras acuñadas por la misma derrota,/sino tal vez una pequeña parte de algún huésped sin número y sin rostro, que aguarda en el umbral."







Olga Orozco







Corre sobre los muelles - Museo Salvaje - 1974 -











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sábado, 11 de abril de 2009

PARA AMPLIAR DARLE CON LA MANITO A LA IMAGEN

Tenés razón somos especímenes y seguramente, yo, pretensioso e iluso supongo que nó, pero lo cierto es que, así, enojado como un crío de dos años al que le han negado el caprichito, me fuí y lo ratifiqué con más ahinco. - Así que no me entienden, que suponen que tengo demasiada preparación intelectual, que escribo difícil... ya van a ver ahora, van a entender menos y los obligaré a instruirse pues todo lo escrito tendrá sentido, nada de neologismos en esta oportunidad!- . Y me fuí a un cuaderno donde anoto todas aquellas palabras de las que dudo su significado o directamente las desconozco y he tenido, por esa misma razón, que acudir al mataburros. Me encontré con las que he usado y muchas más, entonces como un rompecabezas o un juego de dominó fui encajando una con otra hasta ir dándole cierto sentido en tanto ritmo, significado y poética. Y a medida que se iba armando fuí descubriendo que era como esos discursos acartonados que leían los militares, a quienes se los escribían unos superretóricos de mierda, y que les importaba tres carajos que dijera algo sustancial porque, claro, su sentido estaba dado en el tono de voz perorateado y culpógeno, propio de arenga previa a una escaramuza planificada, exaltadora de nada como no sea de un hueco patriotismo, y eso sí, ponderador de los suficientes cojones como para dejarse matar, pero efectivo en tanto te ibas a cumplir la orden sin chistar, eran tan grandes las palabras, los tonos tan incriminatorios y uno tan pelotudo que, ¿Como no? ...¡Má si, dale... mandame a morir por el interés de tus negocios, que para eso estamos los patriotas, no? Cuando me dí cuenta de la retórica de cartón que me había salido, me dije que estaría bien con una escenografía de bandera que remitiera a lo antedicho y, además, le escribí en blanco las estrofas de nuestro himno nacional. Eufemismo y mentira grandilocuentes si la hay: Oid mortales el grito sagrado, libertad, libertad, libertad, oid el ruido de rotas cadenas, ved en trono a la noble igualdad... Cuándo fuimos libres? Cuándo rotas las cadenas de la dependencia? y cuándo iguales? ¡Cuánto maquillaje mentiroso, opaco y grandilocuente al pedo!... Bueno, me divierto con el chiquilín que me sale y las experiencias de este material que se va creando. Yo satisfecho. Es que siendo, mi pastiche, mas breve que el Ulises de Joyce, lo mío se hace mas llevadero. Cosa que no he abordado y me has pedido reiteradamente en varios mails... ¿Estás seguro que querés un comentario mío sobre esta obra capital de la literatura occidental? Pues un plomo el irlandés, mi amigo, un verdadero coñazo – como decís vosotros-, la mente se va por donde quiere ella y tenés que volver a dirigirla sobre lo que está narrado y así te llega el sueño y luchás denodadamente por no sucumbir y entonces entendés menos y así fueron como 3 ó 4 intentos en su lectura. Hasta que, al igual que vos, me dije: - Sistematicemos la lectura y con férrea voluntad (fijate que militar mi concepción, no?) debemos batir al enemigo. O sea, me recité la arenga suicida, me puse el casco, tomé el fusil y... creo que hay partes del dia del sr. Bloom que deben leerse así con el inconsciente y dejar que actúen sobre él sin forzarnos demasiado en un entendimiento inmediato y demasiado racionalizado pues, la verdad, semejante tarea abruma la conciencia. Luego aquí, cada tanto, siguen dando seminarios donde le han encontrado relaciones de lo mas tiradas de los pelos al respecto de contactos con no sé que extraños conocimientos esotéricos y se han convocado a hermeneutas de polietileno que son sus exégesis de aluminio anodizado lo han complicado mucho más aún. Bueno, él ha hecho el campo orégano y aquel que quiera interpretar alocadamente tiene paño a lo pavote. No me dirás que nó. Tengo subrayadas unas frases que lo sintetizan " Porque en efecto, en tanto un hombre no se sale de si mismo, no crea nada: pero en tanto que no ha regresado profundamente a su propio interior, en tanto que no se ha sentido solo ante el caos de la vida en tanto que él deje no importa qué cosa exterior arrogarse un derecho sobre su yo mas desnudo, no es libre para crear. No se atreve a decirlo todo. ¡ Y hay que decirlo todo! " Es, creo, un canto de libertad para permitírselo todo y ello importa dejar ver la parte mas densa y voluminosa del iceberg de nuestro psiquismo (Freud dixit), y todo lo que sobre ello se construya, también, tiene el valor del formidable delirio creativo. Y, obviamente, esta magistral obra tiene, ante mis ojos neblinosos, mucho más material que te iré contando en partes para no hacer demasiado largo al verbo ahora. Creo que es otro asomo más por decir, desde adentro, no ya narrar con forma sabida sino de una manera automática las visicitudes del tipo. Ahora, encima tenemos, como venimos hablando, otras formas más que nos influencian que son estas posibilidades de los hipertextos. Esta manera de linkear entremedio de un texto y salirse de él para entrar en otro que luego te remite al anterior, cosa que casi nunca ocurre, o casi siempre y/o te deja en una suerte de navegación donde nada está prefijado, así como ocurre con nuestra mente cuando viajamos en colectivo un buen rato, sería como una potenciación de las dos lecturas propuestas por Cortazar de su Rayuela. Una lineal y otra entremezclada, bueno aquí y ahora en el ciberespacio, es un quilombo, se enmerdó todo, se esquizofenizó en millones de espejos. Todo se entreteje aparentemente sin sentido y quizás el único que tenga es el que cada uno le dé...(bueno, como siempre ocurre...Pero ¿Qué boludeces estoy diciendo?). Quizás la posibilidad más interesante esté dada... a ver... si escribimos, por ejemplo 11 microrelatos (por poner un número mágico y jugemos también con eso) cuyas caraterísticas sean, además, la de estar abiertos en sus finales, o sea que incluyan la participación del espectador. Uno marca, en dos o tres situaciones de cada textito, llamadas hacia otros microrrelatos de manera tal de que se establezca, como llaman, una red de lecturas posibles y casi infinitas. Damos la oportunidad de crear, así, a cada lector su propio libro. Cómo lo haría y haré. Una vez construidos los 11 se deberían hacer, dado que habrían 3 llamados por microrelato, 33 copias de ellos, los cortás con una tijera y vas viendo donde podría armarse cierto sentido o sugerencia del mismo y los pegas con la plasticola escolar de manera de ir construyendo las posiblidades de lecturas un poco a la costumbre cortaziana como en 62 modelo para armar. Pero al no depender de la linealidad a la que obliga el "libro papel" sino que: dejándolo sólo en el formato digital, los enlaces se realizan con celeridad y comodidad, además permite la inclusión de ímágenes con color, ilustraciones, pinturas, poesía visuales, etc. Sería un gran puzzle virtual de literatura e imágenes de multiples sentidos o... polisemias, para ser más preciso y literal. Bueno, en esto estoy trabajando y viendo cómo y cuanto dejo a mi inconsciente fluir, como ha hecho Joyce en su Ulises, o yo ayer en el poema patriótico, y con el corte y pega se va armando algo, sin idea previa, como un tapíz que se teje y compacta a medida de cada puntada. Ya luego como bordado abstracto chamánico o test de Roschard cada uno proyectará sus cuitas en él. Y no sé sino incluir en su escritura, el uso azaroso de unos dados, predeterminando con los números, qué cosa pegar a continuación de qué. Has hablado mucho del diario y yo he escrito durante algunos años uno pero además con un alfabeto propio en sustitución del que usamos. Esto surgió porque para copiarme en los exámenes inventé en el colegio secundario, un código con el cual aún escribo de corrido y que ha resultado bastante indescifrable para quienes lo han intentado - aún no encontré´ quien lo hiciera- te adjuntaré alguna copia. Bien podría también trabajar con eso de base ... ves las cosas que se me van ocurriendo a medida que te escribo...Bueno...¿Esto es muy incoherente, no?...y no me siento mal, al contrario tengo como un aire de expansión, justo hoy, que tengo una cita con una peliroja, que conocí ayer en el chat y ya hablamos...y hoy a las ocho y media me encuentro con ella, me cosquillean las pelotas, siento que estoy frente a un Minón- las cosas que hace el deseo, no?- pero bueno y entonces los dados le darían hasta una ruptura al pensamiento lógico que, por momentos me gana y ordena seguir una línea de coherencia. Como si la vida la tuviera...y dale! que nos esforzamos que así sea, para tranquilizanos, te das cuenta, hermanito, la conciencia creyendo que así en linealidad y previsiblemente, la cosa nos aleja del miedo a los terremotos que desde adentro de nosotros mismos hagan afluir las magmáticas regurgitaciones que nuestro organismo no digiere y entonces - Dale una pastilla al tipo para que se sosiegue -. Tiro mi dado descomunal y ..salió el siete!! Y que indica el siete: ¿ Eran 70 veces? Y así sin que uno se dé cuenta casi va concluyendo. O por lo menos haciendo un boceto...boceto??? Pero que “Gilipollas el tío”!Tratándose de Joyce se dice work in progress... Como verás estoy ya casi, casi escribiendo, o terminé de escribirtelo, al boceto, digo... es muy dificil saberlo, aunque a decir verdad esto es sólo una declaración de principios o manifiestos estéticos que se autodestruirán en breves instantes...cuidado señor... BLOOMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM Y claro... después de eso me quedó pendiente Finnegans Wake, vos creés que alguna vez lo releeré? . .

1 comentario:

Amando Carabias dijo...

Es interesante esta reflexión en tono narrativo. En más de una ocasión he sostenido que una de las virtudes de la narrativa es que ayuda a que lleguen las ideas, cuando éstas explicadas por sí mismas se pueden convertir en algo complejo, casi abstracto.
A mí me pasó algo parecido a lo que cuentas de ti y de tu amigo con el Ulises. Fue tremenda la experiencia. Pero un verano dije, lo acabo. Y lo acabé.
¿Y...?
Pues eso...
¿Estudiaste el modo de escritura de Da Vinci?