
jueves, 30 de abril de 2009
miércoles, 29 de abril de 2009
martes, 28 de abril de 2009
lunes, 27 de abril de 2009
GRUESO COMO UN LADRILLO
domingo, 26 de abril de 2009
sábado, 25 de abril de 2009
RECORDATORIO
A los adicto/as a los almidones, frascos, formoles
prestigios, solemnidades, cartones, tildes, palestras,
rimbombancias, títulos, diplomacias, pedestales,
blasones, actuaciones, excelencias, uniformes,
directrices, distancias, soberbias, corsés, yoismos,
marcas, sobresaliencias, distinciones, gominas,
escayolas y marquesinas, les confirmamos que:
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jueves, 23 de abril de 2009
martes, 21 de abril de 2009
lunes, 20 de abril de 2009
domingo, 19 de abril de 2009
jueves, 16 de abril de 2009
Entre las orillas del dolor y del placer fluye el río de la vida. Solo cuando la mente se niega a fluir y se estanca en las orillas se convierte en problema. Fluir con la vida quiere decir aceptación. Dejar llegar lo que viene y dejar ir lo que se va. Tu no eres lo que sucede, eres a quien le sucede.
. Sri Nisargadatta Maharij . .
martes, 14 de abril de 2009
domingo, 12 de abril de 2009
sábado, 11 de abril de 2009

Tenés razón somos especímenes y seguramente, yo, pretensioso e iluso supongo que nó, pero lo cierto es que, así, enojado como un crío de dos años al que le han negado el caprichito, me fuí y lo ratifiqué con más ahinco. - Así que no me entienden, que suponen que tengo demasiada preparación intelectual, que escribo difícil... ya van a ver ahora, van a entender menos y los obligaré a instruirse pues todo lo escrito tendrá sentido, nada de neologismos en esta oportunidad!- . Y me fuí a un cuaderno donde anoto todas aquellas palabras de las que dudo su significado o directamente las desconozco y he tenido, por esa misma razón, que acudir al mataburros. Me encontré con las que he usado y muchas más, entonces como un rompecabezas o un juego de dominó fui encajando una con otra hasta ir dándole cierto sentido en tanto ritmo, significado y poética. Y a medida que se iba armando fuí descubriendo que era como esos discursos acartonados que leían los militares, a quienes se los escribían unos superretóricos de mierda, y que les importaba tres carajos que dijera algo sustancial porque, claro, su sentido estaba dado en el tono de voz perorateado y culpógeno, propio de arenga previa a una escaramuza planificada, exaltadora de nada como no sea de un hueco patriotismo, y eso sí, ponderador de los suficientes cojones como para dejarse matar, pero efectivo en tanto te ibas a cumplir la orden sin chistar, eran tan grandes las palabras, los tonos tan incriminatorios y uno tan pelotudo que, ¿Como no? ...¡Má si, dale... mandame a morir por el interés de tus negocios, que para eso estamos los patriotas, no? Cuando me dí cuenta de la retórica de cartón que me había salido, me dije que estaría bien con una escenografía de bandera que remitiera a lo antedicho y, además, le escribí en blanco las estrofas de nuestro himno nacional. Eufemismo y mentira grandilocuentes si la hay: Oid mortales el grito sagrado, libertad, libertad, libertad, oid el ruido de rotas cadenas, ved en trono a la noble igualdad... Cuándo fuimos libres? Cuándo rotas las cadenas de la dependencia? y cuándo iguales? ¡Cuánto maquillaje mentiroso, opaco y grandilocuente al pedo!... Bueno, me divierto con el chiquilín que me sale y las experiencias de este material que se va creando. Yo satisfecho. Es que siendo, mi pastiche, mas breve que el Ulises de Joyce, lo mío se hace mas llevadero. Cosa que no he abordado y me has pedido reiteradamente en varios mails... ¿Estás seguro que querés un comentario mío sobre esta obra capital de la literatura occidental? Pues un plomo el irlandés, mi amigo, un verdadero coñazo – como decís vosotros-, la mente se va por donde quiere ella y tenés que volver a dirigirla sobre lo que está narrado y así te llega el sueño y luchás denodadamente por no sucumbir y entonces entendés menos y así fueron como 3 ó 4 intentos en su lectura. Hasta que, al igual que vos, me dije: - Sistematicemos la lectura y con férrea voluntad (fijate que militar mi concepción, no?) debemos batir al enemigo. O sea, me recité la arenga suicida, me puse el casco, tomé el fusil y... creo que hay partes del dia del sr. Bloom que deben leerse así con el inconsciente y dejar que actúen sobre él sin forzarnos demasiado en un entendimiento inmediato y demasiado racionalizado pues, la verdad, semejante tarea abruma la conciencia. Luego aquí, cada tanto, siguen dando seminarios donde le han encontrado relaciones de lo mas tiradas de los pelos al respecto de contactos con no sé que extraños conocimientos esotéricos y se han convocado a hermeneutas de polietileno que son sus exégesis de aluminio anodizado lo han complicado mucho más aún. Bueno, él ha hecho el campo orégano y aquel que quiera interpretar alocadamente tiene paño a lo pavote. No me dirás que nó. Tengo subrayadas unas frases que lo sintetizan " Porque en efecto, en tanto un hombre no se sale de si mismo, no crea nada: pero en tanto que no ha regresado profundamente a su propio interior, en tanto que no se ha sentido solo ante el caos de la vida en tanto que él deje no importa qué cosa exterior arrogarse un derecho sobre su yo mas desnudo, no es libre para crear. No se atreve a decirlo todo. ¡ Y hay que decirlo todo! " Es, creo, un canto de libertad para permitírselo todo y ello importa dejar ver la parte mas densa y voluminosa del iceberg de nuestro psiquismo (Freud dixit), y todo lo que sobre ello se construya, también, tiene el valor del formidable delirio creativo. Y, obviamente, esta magistral obra tiene, ante mis ojos neblinosos, mucho más material que te iré contando en partes para no hacer demasiado largo al verbo ahora. Creo que es otro asomo más por decir, desde adentro, no ya narrar con forma sabida sino de una manera automática las visicitudes del tipo. Ahora, encima tenemos, como venimos hablando, otras formas más que nos influencian que son estas posibilidades de los hipertextos. Esta manera de linkear entremedio de un texto y salirse de él para entrar en otro que luego te remite al anterior, cosa que casi nunca ocurre, o casi siempre y/o te deja en una suerte de navegación donde nada está prefijado, así como ocurre con nuestra mente cuando viajamos en colectivo un buen rato, sería como una potenciación de las dos lecturas propuestas por Cortazar de su Rayuela. Una lineal y otra entremezclada, bueno aquí y ahora en el ciberespacio, es un quilombo, se enmerdó todo, se esquizofenizó en millones de espejos. Todo se entreteje aparentemente sin sentido y quizás el único que tenga es el que cada uno le dé...(bueno, como siempre ocurre...Pero ¿Qué boludeces estoy diciendo?). Quizás la posibilidad más interesante esté dada... a ver... si escribimos, por ejemplo 11 microrelatos (por poner un número mágico y jugemos también con eso) cuyas caraterísticas sean, además, la de estar abiertos en sus finales, o sea que incluyan la participación del espectador. Uno marca, en dos o tres situaciones de cada textito, llamadas hacia otros microrrelatos de manera tal de que se establezca, como llaman, una red de lecturas posibles y casi infinitas. Damos la oportunidad de crear, así, a cada lector su propio libro. Cómo lo haría y haré. Una vez construidos los 11 se deberían hacer, dado que habrían 3 llamados por microrelato, 33 copias de ellos, los cortás con una tijera y vas viendo donde podría armarse cierto sentido o sugerencia del mismo y los pegas con la plasticola escolar de manera de ir construyendo las posiblidades de lecturas un poco a la costumbre cortaziana como en 62 modelo para armar. Pero al no depender de la linealidad a la que obliga el "libro papel" sino que: dejándolo sólo en el formato digital, los enlaces se realizan con celeridad y comodidad, además permite la inclusión de ímágenes con color, ilustraciones, pinturas, poesía visuales, etc. Sería un gran puzzle virtual de literatura e imágenes de multiples sentidos o... polisemias, para ser más preciso y literal. Bueno, en esto estoy trabajando y viendo cómo y cuanto dejo a mi inconsciente fluir, como ha hecho Joyce en su Ulises, o yo ayer en el poema patriótico, y con el corte y pega se va armando algo, sin idea previa, como un tapíz que se teje y compacta a medida de cada puntada. Ya luego como bordado abstracto chamánico o test de Roschard cada uno proyectará sus cuitas en él. Y no sé sino incluir en su escritura, el uso azaroso de unos dados, predeterminando con los números, qué cosa pegar a continuación de qué. Has hablado mucho del diario y yo he escrito durante algunos años uno pero además con un alfabeto propio en sustitución del que usamos. Esto surgió porque para copiarme en los exámenes inventé en el colegio secundario, un código con el cual aún escribo de corrido y que ha resultado bastante indescifrable para quienes lo han intentado - aún no encontré´ quien lo hiciera- te adjuntaré alguna copia. Bien podría también trabajar con eso de base ... ves las cosas que se me van ocurriendo a medida que te escribo...Bueno...¿Esto es muy incoherente, no?...y no me siento mal, al contrario tengo como un aire de expansión, justo hoy, que tengo una cita con una peliroja, que conocí ayer en el chat y ya hablamos...y hoy a las ocho y media me encuentro con ella, me cosquillean las pelotas, siento que estoy frente a un Minón- las cosas que hace el deseo, no?- pero bueno y entonces los dados le darían hasta una ruptura al pensamiento lógico que, por momentos me gana y ordena seguir una línea de coherencia. Como si la vida la tuviera...y dale! que nos esforzamos que así sea, para tranquilizanos, te das cuenta, hermanito, la conciencia creyendo que así en linealidad y previsiblemente, la cosa nos aleja del miedo a los terremotos que desde adentro de nosotros mismos hagan afluir las magmáticas regurgitaciones que nuestro organismo no digiere y entonces - Dale una pastilla al tipo para que se sosiegue -. Tiro mi dado descomunal y ..salió el siete!! Y que indica el siete: ¿ Eran 70 veces? Y así sin que uno se dé cuenta casi va concluyendo. O por lo menos haciendo un boceto...boceto??? Pero que “Gilipollas el tío”!Tratándose de Joyce se dice work in progress... Como verás estoy ya casi, casi escribiendo, o terminé de escribirtelo, al boceto, digo... es muy dificil saberlo, aunque a decir verdad esto es sólo una declaración de principios o manifiestos estéticos que se autodestruirán en breves instantes...cuidado señor... BLOOMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM Y claro... después de eso me quedó pendiente Finnegans Wake, vos creés que alguna vez lo releeré? . .
martes, 7 de abril de 2009
sábado, 4 de abril de 2009
jueves, 2 de abril de 2009
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PARECE QUE,
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LOS IDOLOS,
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TIENEN SIEMPRE
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LOS PIES DE BARRO
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El aspecto que más me desconcierta... porque, de verdad, estoy embargado por el duelo, es este sentimiento de vivir la muerte de un símbolo.
Estoy de duelo pues, murió un ser que con todos los errores con que puedo analizarlo ahora y que sin duda tuvo, le tocó encarnar la única salida vital para la mayoría de los argentinos en aquellos decisivos momentos de la transición hacia la democracia. Con mayor dimensión, aún, para los pasamos por las experiencias del escarmiento con que se pagaba a la disidencia ideológica.
Alfonsín, en esos períodos iniciales de la democracia tan anhelada, significó para una inmensa mayoría de la población, la esperanza de la vida.
La oportunidad de respirar con libertad, la restauración de los derechos humanos y ciudadanos, la dilución de la censura y la represión, el rescate de la dignidad como hombres, la posibilidad de participar, de integrar, de luchar por los ideales sin tener como respuesta que te aten a un elástico metálico de cama y te pongan electricidad en las pelotas o cuando mejor te den un tiro en la nuca. O tener que pasar, sistemáticamente, por el submarino o los simulacros de fusilamiento.
Por eso hoy voy a dejar que mis lágrimas broten.
Por todo lo que no fué y hoy entierro... si, coincidentemente, hoy mi llanto es de pérdida, de profundo luto.
De pérdida, por la frustración de realización que Alfonsín encarnó cuando gritaba desde los podios que él iba a demostrar que “Con la democracia, se curaba, se educaba y se comía”... y aquí estamos.
Sí, de pérdida por la fantasía de equilibrio y justicia prometidas e incumplidas.
Por la muerte de mi credibilidad (de la que ahora me doy cuenta) en la clase política con mensajes de cartón, por el tirunfo de la hipocresía más cruel y ordinaria.
Lloro, también por los años de esperanza en el mejoramiento del ser humano idos en las trampas del gatopardismo siempre triunfante. Año tras año. Elección tras elección.
Y lloro, fundamentalmente, por esta necesidad ancestral en nuestro psiquismo de tener referentes, símbolos que encarnen los mejores valores y que actúen como ejemplos.
Lloro por la muerte del modelo que no fué.
Y lloro por esta condición humana plena de contradicciones que hace que, ahora y gracias a los años que junto, esté obligado a perdonar las imperfecciones y las faltas que nos caben a todos humanos.
Por todo eso, paso mi dedo por la moldura del cajón lustroso donde lo veo amortajado y le digo:
¡Chau viejo!... ¡Adiós, Alfonsín!
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