jueves, 11 de diciembre de 2008
Texto escrito para el Blog "Mira que te lo tengo dicho" del escritor español Juan Cruz Ruiz*
CÓMO, AQUÍ Y ACULLÁ, SE CUECEN LAS HABAS EN EL MISMO CALDO.
Mi primera muestra la realicé en la calle Claudio Coello, en Madrid en el 63, y hasta ahora he llegado soldando, picando, tallando, pintando. Consecuentemente juntando experiencias de la relación de los operadores culturales (oficiales o privados) con los artistas; por ende, aprendiendo que es lo que ocurre, política y socialmente, con el arte.
Tengo mis certezas de que, siendo éste profundamente movilizador, las mentes conservadoras asumen silencios retardatarios en función de evitar su consecuencia transformadora. Le permiten vivir encapsulado para los eternos privilegiados y cuando el reclamo se presentiza en demasía, se democratiza, pues lo travisten en una masiva estupidizacion pasatista. Hacen de él un mediático espectáculo que aturde y paraliza en lugar de iluminar. Allí emergen los hemeneutas de siempre dicurseando que para comprenderlo hay que cultivarse, estar profundamente preparado. Ellos mediante, obvio.
Para cuantificar el carácter ejemplar y revolucionario que del arte deviene, quepa recordar lo intolerable que resultaron para los nazis las vanguardias de aquel entonces consumando, a causa de ello, las exposiciones de “Arte degenerado” y la destrucción final de esas obras.
Por lo tanto no me extraña que aquí y acullá los eventos ciertamente significativos sean excepciones muy dilatadas en el tiempo en lugar de transformarse en el pan de todos los dias que algunos desearíamos.
He emplazado una cantidad de esculturas en museos a cielo abierto en diferentes provincias argentinas y visto como el desinterés y la desidia de los funcionarios permitieron que alguna se deteriorara hasta la destrucción por no querer pagar, tan solo, el viaje, la estadía y un minúsculo lucro cesante mientras se efectuara su restauración.
Si hasta he tenido que querellar, en otro caso, para que un funcionario que se había “enamorado” (sic) de mi obra la desemplazara del jardín de su mansión y la restituyera al espacio público. O sea, que regresara para el pueblo; motivo por el cual, yo, la donara.
Así que me congratulo de la resurgida idea convocadora que nos contaras. Señal de progreso. De esa estimulación surgirán inquietudes y movilizaciones que redundarán en el crecimiento de los pobladores de vuetra hermosa isla.
El maravilloso guerrero de Moore deberá ser un símbolo del que muniros para hacer frente a la suma de las nefastas realidades, de eso venimos hablando, que tenemos que soportar y son propias de nuestra contemporaneidad.
Os dejo, junto a mi saludo, una reflexión metafórica del genial Picasso
“Utilizo al arte como un instrumento ofensivo y defensivo en la guerra contra el enemigo”
Salud
_______________________________
* Recomiendo su último libro "Muchas veces me pediste que te contara esos años"
Editorial Alfaguara 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario