A MODO DE UNA OCCIDENTALIZADA ORIENTACIÓN

Mixturando, eclécticamente, algunos preceptos extraídos de la Biblia y del calefón con 3 partes de Macedoniana porfía, un toque justo de inmersión Jungiana y 4 gotas de Xulsolariana elevación mas el sumo de todo un Lao Tsé en pleno. En epifánica unción, alzamos las copas con el genial brevaje e invitamos a
Tristán Tzara y Alfred Jarry para que nos acompañen a presentarnos con la misma interjección con que comenzara su parlamento el Père Ubú, a la sazón Roi, es decir:










BIENVENIDOS A LA NAVEGACIÓN







Alertamos a los atildados sobre la utilización de metáforas azarosas. Toda libre asociación es demostración de que existe el inconsciente; sobre él desligamos responsabilidades.







Invitamos a descabalgarnos del constante absoluto, las certezas irreversibles, la presunción de objetividad, las posturas a ultranza y los dogmatismos.







Sugerimos tratar de tolerar lo mejor posible el vacío existencial, el tembladeral de la duda, la desubicación de la contradicción, la subjetividad y la vulnerabilidad humanas, a sabiendas de que, aunque denunciemos con cierta queja, lo hacemos enmarcados por el amor y con un fuerte deseo libertario porque:











."...Tú y yo no somos dos mitades de una inútil batalla,/ ni siquiera dos caras acuñadas por la misma derrota,/sino tal vez una pequeña parte de algún huésped sin número y sin rostro, que aguarda en el umbral."







Olga Orozco







Corre sobre los muelles - Museo Salvaje - 1974 -











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martes, 1 de febrero de 2011

EL ARTE DE ARRIESGARSE O EL RIESGO DEL ARTE



¿Será que el arte y la espiritualidad exijan estar enamorado?

En el manifiesto que el pintor ruso Mark Rothko (m. 1970) escribió, el año 1943, junto a Adolph Gottlieb, puede leerse: "Para nosotros, el arte es un viaje a un mundo ignoto (...). Lo pueden emprender aquellos que no temen arriesgarse".







El arte constituye una indagación creativa que, por su propia naturaleza aventurera, exige un tránsito constante, no permanecer anclado en nada que no sea el propio compromiso artístico de búsqueda permanente. El arte es aventurarse en cuerpo y alma en lo ignoto, en ese fondo insondable de la realidad que, aun mostrándose ante nosotros sin cesar, no percibimos a simple vista, henchidos de egocentrismo como estamos.






El arte es un viaje que transita por sendas siempre nuevas, jamás antes visitadas; de perplejidad en perplejidad, con la capacidad del niño de sorprenderse a cada instante. De ahí, que un gran artista no se repita nunca. La repetición es ajena al ejercicio creativo. Y es que apostar por la creación, que es sumergirse en la profundidad de la realidad en la que todo juicio se desvanece, es renunciar a la comodidad que aporta lo sabido y, por lo tanto, aceptar vivir en vilo, al límite de uno mismo, sin red de seguridad. En otras palabras, crear es arriesgarse. Y sólo se arriesgan los valientes, quienes carecen de miedo, o aun teniéndolo saben vadearlo, y poseen la fortaleza de espíritu necesaria para seguir avanzar sin volver la vista atrás.






Pues bien, todo lo hasta aquí dicho es, precisamente, lo que emparenta arte y espiritualidad, lo que hace que un espiritual pueda ser considerado un artista del camino interior, del mismo modo que en el artista de verdad, cuando no es un ególatra insufrible atacado de esnobismo, se dan los rasgos propios de toda indagación espiritual y, en primer lugar, la capacidad de acallar a una razón que, silente, es capaz de abrirse a las mil y una posibilidades que la vida ofrece por doquier.






El espiritual, al igual que el artista a su manera, nos muestra mediante su ejemplo vivo otras facetas del vivir, la cara de la realidad que nuestro ego nos ha secuestrado, amputándonos con ello la posibilidad de un vivir mucho más pleno y amoroso, más solidario y expansivo. El espiritual encarna en sí mimo su búsqueda, puesto que la ha in-corporado; él mismo es el resultado de su propia indagación.






Y es que lo espiritual no es un añadido a la vida, sino la profundización de ésta hasta su raíz. De ahí que el espiritual, el derviche por ejemplo, sea como se muestra y se muestre como es. No hay doblez en él. Y por eso mismo resulta tan creíble la poesía de sufíes de la talla de Mawlânâ Rûmî o Mansûr Hal·lâj, porque escriben lo que viven y viven lo que escriben.






Con todo, no hay Arte con mayúsculas, al igual que tampoco alta espiritualidad, como la de los sufíes persas mencionados, por ejemplo, sin que se den tres elementos, a mi modo de ver, insustituibles: pasión desmedida, paciencia ilimitada y atrevimiento irreductible. Justo, por otro lado, lo que todo amor de verdad exige: pasión (que es entrega), paciencia (que es estar siempre) y atrevimiento (que es riesgo). ¿Será que el arte y la espiritualidad exijan estar enamorado?
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FUENTE: http://www.webislam.com/?idt=18249

8 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

¡Cómo me alegro de tu reaparición estelar! Y para mí es doble, porque traes el sol contigo, una belleza de las que llegan sin más. En cuanto a la pregunta, no lo dudes, querido: el último párrafo lo dice bien clarito.
Besos a repartir, ADorado

Amando Carabias dijo...

Hay que ser muy artista o hay que ser muy valiente para, llegado el caso, saber que algo ya no hay que repetirlo.
Al menos tengo claro que el horizonte nunca se alcanza, por muy lejos que se camine.

Me uno a las albricias de Isolda por tu reaparición

Flamenco Rojo dijo...

Está usted más perdío quel barco larroz...

¿Qué es el arte? Y tú lo preguntas mi lejano amigo? Elarte es morirte de frío.

Un abrazo.

lobo rojo solitario dijo...

cdo el hombre pierde su contacto con el arte, pierde el rumbo se anega una parte de su ser y esta pèrdida sólo hace más miserable su existencia

Adrian Dorado dijo...

Isolda querida amiga, gracias por tus palabras, si me "empiezo" a reintegrar, aún no del todo pues me demanda el afuera más de lo que quisiera pero cierto es que he ido capeando las tormentas con cierto logro. Concreto:los aconteceres no me han tumbado en el camino, así que por contento que me tengo!
Salir vivo de tantos embrollos, venga! que me tomaré un tintillo para festejarlo.
Las repeticiones mas peligrosas son los palitos que uno pisa concediéndo entregas camufladas de otras cosas y donde a la postre se culmina enjaulado o mal jubilado. por ponerle un nombre, pero sabes que, por muchos años que vaya juntando aún no me bajo del tranvía llamado deseo y tiro palante como puedo. Sigo y eso no es poco.
Gracias por tu cariño es correspondido.

Adrian Dorado dijo...

Amando que no que el horizonte, mu jo su madre él,corre más que nosotros o quizás al mismo tranco y distancia inasible de la mano por eso ando festejando cada paso como si fuera el único. Y que lo es porque el que viene ya tiene otro sabor y el pasado ni me acuerdo, señal que repetirse: dificil.
Un abrazo, segoviano.

Adrian Dorado dijo...

Pepe que las épocas en que el arte era cagarte de frío ya me han pasado y estoy en el sostén de que, el mismo me reditúe como pandar calentito. Y no insistiré con el tema que hemos llegado a tener 46º7 de sesación térmica o sea que al planeta lo hemos jodido más de lo reconocido... Sé que por allí habéis tenido dias fresquitos también...
Un abrazo y ..como te ha salido la copla, le has puesto música y cantao en noche vieja?

Adrian Dorado dijo...

El hombre, Bro,ya ha perdido el rumbo y está meta que darle vueltas a la cosa, solo los aferrados a la sensibilidad que prpicia el arte van capeando sus temporales pero ya llegará el día en que, en lugar de los mamertos desvalorizados de siempre, a los artistas se los tenga por sabios y se los respete como se merecen.
por otro lado vistas la hecatombes de las religiones el último reducto de eespiritualidad queda inmerso en el arte. Eso sin dudas.
Abrazos Lobo