Manuscrito de su puño y letra, de mi abuelo a mi abuela (maternos) mientras noviaban.
fechado el 23.8.1906.
Mi abuello falleció en circunstancias envidiables (indecentes de revelar) cuando yo tendría aproximadamente cuatro o cinco años con lo cual poco es lo que me ha quedado de él en cuanto refiere a vivencia personal y directa. Aunque recuerdo muchísimas cosas entre ellas y a la perfección la casona de Devoto donde pasé mi primer año de vida. Poseo, además del olor a trementina (de su taller del fondo luego del patio andaluz) su banco de carpintero de quebracho que, obviamente, sigo usando.
Ahora al texto:
Arpegio
He mordido tu labio y he besado
El rosicler de tu mejilla ardiente
Y por la seda de tu casta frente
La seda de mis manos he pasado.
Te he estrechado a mi pecho; te he mirado
Con mirada indecisa y febrisciente*
Y en las turgencias de su seno hirviente
Mi cabeza de vate he reposado…
Mas no te he de pedir. Tan solo anhelo
Que me ofrendes por siempre esos encantos
Que me sueles brindar! luz de mi cielo!
Quiéreme siempre así; y en dulces cantos
Verás brotar, henchida de consuelo
La queja fiel de mis amores santos.
Orestes Negroni
23-8-1906
* Febrisciente no existe en ningún diccionario de los que he buscado, de manera tal que, me parece, debería considerarse un neologismo (absolutamente claro y entendible), a los efectos de rimar con el "hirviente" del verso que le sigue.
Para ubicarnos epocalmente, a principios del siglo pasado, Rubén Darío era un revolucionario en las letras hispanoamericanas, quiero además con esto tomar consciencia que hace 105 años atrás fue escrito ese soneto. Por su forma digo.
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Febrisciente, lo utizaré en próximos textos como... iridiscente de fiebre... testosteril, se me antoja para esas circunstancias... victorianas.
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3 comentarios:
Fibriscente... Me encanta, sí. Espero verlo en tus textos visuales, en tus textos en prosa, en tus poemas...
Fantástico el soneto, me maravillan ese tipo de recuerdos tangibles. Como dice Amando, sabrás utilizar 'febriescente' de algún modo. La palabra habla por sí sola. Por lo que deduzco, el arte lo has heredado de ambos abuelos!
Besos duplicados, pues.
Me gustó el soneto y el neologismo también. Saludos. Marcela.
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